Fiel a nuestro espíritu de continua mejora y aprendizaje, Maria Antonia Sampol, optometrista, asistió hace unas semanas a un curso de cuatro días en Bilbao organizado por el centro de aprendizaje Visuality. En dicho curso los asistentes pusieron en práctica el entrenamiento visual, una técnica utilizada, sobre todo, con niños de entre cinco y ocho años. “Es a esta edad cuando se le saca un mayor rendimiento a la técnica, aunque también se ha puesto en práctica con éxito en gente que ha padecido un ictus”, asegura Sampol.
Este tipo de tratamiento no tiene que ir destinado a niños con problemas de visión, sino que pueden necesitarlo pequeños con dificultades de aprendizaje. “No llevan el mismo ritmo que otros compañeros de clase y los padres empiezan a darse cuenta de que invierten letras y números, no tienen la misma comprensión lectora, no relacionan símbolos iguales si tienen tamaños diferentes…”, explica la optometrista sobre los síntomas.
“Para hacer una diagnosis debemos reunirnos con los padres y el niño en una entrevista conjunta en la que realizamos unos tests a los pequeños, siempre en tono de juego”, señala Sampol. “Dependiendo de los resultados el entrenamiento tendrá un enfoque u otro, aunque es muy importante que los niños también realicen ejercicios a diario en casa”.