El glaucoma engloba un grupo de enfermedades que provocan un daño progresivo del nervio óptico. Con la edad su incidencia crece y el campo visual va disminuyendo. Afecta a más del 2% de la población. Si no se trata a tiempo , se puede perder la visión por completo. Constituye la segunda causa de ceguera en nuestro entorno.
Cuando el paciente empieza a tener síntomas hemos llegado un poco tarde. El quid de la cuestión del glaucoma es una buena prevención.
¿ Por qué se produce?
Para que la visión sea buena, es necesario que el nervio óptico que une el ojo al cerebro esté sano.
El glaucoma provoca una creciente pérdida de fibras nerviosas, formando un hueco en el interior de este nervio. De no tratarse la enfermedad, en cuanto se queda sin fibras nerviosas, el paciente pierde completamente la visión y es irreversible.
Generalmente, este proceso ocurre porque el paciente tiene dificultades para que el humor acuoso (líquido transparente que baña las estructuras oculares y mantiene sus propiedades ópticas) salga del espacio que lo contiene. Como consecuencia se produce un aumento de la presión intraocular y daño en el nervio óptico.
Sin embargo, también existe un tipo de glaucoma en el que el daño del nervio óptico se produce con presiones oculares normales.
El glaucoma también puede estar asociado a otros factores, como presión arterial baja y otras enfermedades vasculares.
¿Cómo se puede prevenir?
A partir de los 40 años es importante someterse a una revisión completa cada 2 años.
Si reducimos la presión del ojo en las primeras etapas del glaucoma, podemos detener el progreso de la enfermedad y ayudar a proteger la visión.
Tratamientos:
- Colirios.
- Láser.
- Cirugía.
¿Qué personas tienen más riesgo de sufrir glaucoma?
- Las personas mayores de 40 años y este riesgo aumenta con la edad.
- Las personas con antecedentes familiares de glaucoma.
- Miopes.
- En el grupo étnico afroamericano la incidencia es más alta.