A menudo los padres tienden a pronunciar la famosa frase de “cuando nosotros éramos niños no había tantas cosas con las que ponerse enfermo”, dando una aparente sensación de que parece que los peligros para la salud crecen por momentos y los niños son cada vez más propensos a sufrir las consecuencias. Pero no hay nada más lejos de eso. La realidad es que lo que crece cada día es la investigación científica que saca a la luz nuevas evidencias que nos permiten protegernos de los posibles peligros a tiempo Un claro ejemplo de ello son los avances que se realizan en oftalmología.

Algunos de ellos, por ejemplo, han permitido comprobar los peligros que las radiaciones solares pueden provocar en los ojos de los niños y las consecuencias que éstas les pueden acarrear con el paso del tiempo. Varios estudios han conseguido demostrar que el cristalino de los niños deja pasar más radiación que el de los adultos.

Eso, sumado a que los pequeños de la casa suelen pasar más tiempo al aire libre que los mayores y que solo un 34% de los niños está acostumbrado a llevar gafas de sol, pone en grave riesgo su salud visual.

Según datos de la OMS, el 20% de los casos de ceguera por cataratas y/o glaucoma se producen debido a la sobrexposición al sol durante la edad temprana. Esto indica que, al igual que la piel, el cristalino de los ojos tiene memoria, es más, se trata de un órgano 20 veces más sensible a las radiaciones que la piel. Por todo ello, es necesario habituar a los niños a llevar gafas de sol. El objetivo es que los pequeños tomen conciencia, y de la misma forma que piden un abrigo cuando tienen frío, pidan las gafas de sol cuando la luz les molesta en los ojos.

Los niños deben tomar conciencia de que las gafas de sol no son un juguete, sino una protección que deben tener en cuenta y no olvidarse en casa. La mejor solución es acudir a un centro homologado con el niño y que, al mismo tiempo que elige un modelo de gafa de sol que le guste, se le explique por qué debe usarlo y cuáles son los peligros que corre si no se hace responsable de su salud visual.

El exceso de rayos UV es acumulativo e irreversible. Padres, oftalmólogos y ópticos deben trabajar para educar a los niños para que hagan un uso correcto de las gafas de sol más allá de las modas y tendencias actuales. Afortunadamente existen gran variedad de modelos de gafas de sol infantiles para que cada niño pueda elegir una que vaya con su personalidad y le anime a llevarlas con la mayor frecuencia posible.