Los ojos están hechos para ver con luz, pero no para mirar la luz.
Recientemente se ha descubierto que la luz azul-violeta es perjudicial para las células de la retina, constituye uno de los principales factores de riesgo de aparición de la conocida degeneración macular asociada a la edad (DMAE).
La luz azul-violeta está presente sobre todo en las luces LED y fuentes de luz fluorescentes que podemos encontrar en la mayoría de dispositivos modernos como teléfonos móviles, tabletas y también en ordenadores.
¿Cómo protegernos?
Las últimas innovaciones en algunos fabricantes de lentes se han dirigido a filtrar de forma selectiva la luz perjudicial (UV y azul-violeta) al tiempo que deja pasar la luz útil.
Podríamos resumir algunas de las medidas en los siguientes consejos:
- Es importante mantener los ojos hidratados, por ello recomendamos parpadear con frecuencia.
- Evitar, en la medida de lo posible la exposición a los dispositivos electrónicos, que son los que más luz azul contienen y desprenden.
- Hay que posponer al máximo el momento en el que los niños empiecen a exponerse a la luz azul.
- La utilización de filtros en los dispositivos y pantallas de ordenador, que frenen el paso de este tipo de luz, será un avance ante la exposición diaria a la luz dañina.
- Se recomienda descansar un mínimo de 5 minutos por cada hora que pasamos ante las pantallas. Es importante tomar conciencia y aplicar medidas de prevención para proteger nuestros ojos.