Un trastorno visual muy habitual son las conocidas como moscas o técnicamente miodesopsias.
Para entender de qué hablamos, debemos explicar que entre cristalino y retina tenemos el cuerpo vítreo, un gel transparente gelatinoso formado de fibras de colágeno y agua, que permite que la imagen llegue a la retina sin interrupciones una vez ha pasado el cristalino.
Cuando en el interior del cuerpo vítreo aparecen zonas de mayor densidad o grumos, la imagen no pasará limpia a la retina; si estos coinciden con la línea de mirada, provocarán moscas que flotan en nuestro campo visual, por eso, al mover bruscamente el ojo, notamos más la sensación, ya que, todo el gel que forma el vítreo se mueve.
Con la edad, la aparición de miopía y algunas enfermedades este gel pierde transparencia debido a la pérdida de agua y la consiguiente formación de grumos que se hacen visibles. Con el movimiento de los ojos un vítreo transparente es invisible, pero una opacidad sí que se percibe.
Dependiendo de la cantidad de fibras opacificadas hay quien lo describe como moscas, hilos, telarañas, humo….
En ocasiones pueden ir acompañadas de destellos o flashes, fotopsias, hecho que sólo indica una contracción del vítreo, que puede desgarrar o no la retina; en estos casos se recomienda una revisión oftalmológica urgente.
En el 95% de los casos, la aparición de moscas no van asociadas a patologías.
Cuando no se relaciona con una patología la persona se acostumbra a vivir con ello.
Hay dos tipos de tratamiento posibles, pero decantarse por uno u otro debe ser considerado por un médico oftalmólogo que valore cual de ellos es mejor tras analizar su caso:
- Láser Ellex para vitreolisis.
- Cirugía.
El uso de gafas de sol reduce las molestias y se aconseja el uso de lentes polarizadas. En algunos casos es recomendable la utilización de filtros selectivos específicos que reducen la dispersión de la luz, la fotofobia, y mejoran el confort y el contraste.