Los seres humanos tenemos la capacidad de ver en estereopsis gracias a que tenemos dos ojos. Esta visión tridimensional se consigue cuando somos capaces de integrar en una sola imagen, en relieve y con suficiente profundidad, las dos imágenes que nos llegan de cada uno de nuestros ojos. Los ojos se dirigen y miran siempre al mismo lugar, permitiendo así que el cerebro procese la información recibida y la interprete.

El hecho de abrir los ojos y ver una sola imagen es algo que tenemos tan normalizado que no somos conscientes de la perfecta coordinación necesaria para que esto suceda. En este proceso están implicados córnea, cristalino, músculos intraoculares y extraoculares, nervio óptico y cerebro. Un problema en cualquiera de estos componentes puede ocasionar visión doble o diplopía.

¿Qué es entonces la diplopía? Una alteración visual que consiste en la percepción de dos imágenes referidas a un mismo objeto. Puede ser asociada a un solo ojo (diplopía monocular) o a los dos (diplopía bi-ocular), y puede darse de manera puntual o aparecer de forma continuada.

Según el lugar en el que aparece la imagen duplicada, se puede clasificar en diplopía horizontal (las dos imágenes se sitúan en el plano horizontal), diplopía vertical (se sitúan en el plano vertical) o diplopía diagonal. Así mismo, la diplopía puede ser homónima (si la desviación es convergente, homolateral) o cruzada (la desviación es divergente, heterónima).

Las posibles causas que originan diplopía son numerosas y variadas:

  • Error de refracción no corregido.
  • Defecto corneal (lágrima irregular, ojo seco, queratocono, leucoma…).
  • Opacidad de medios (cristalino, càpsula posterior…).
  • Post-cirugía.
  • Traumatismos.
  • Parálisis de nervios oculares.
  • Problemas musculares.
  • Estrabismo.
  • Enfermedades neurológicas o tiroideas.
  • Problemas cerebrales o del nervio óptico.

Habitualmente el tratamiento de esta patología tiene efectos positivos en la disminución de los síntomas presentados. Es importante acudir al especialista, ya que la visión doble puede suponer una disminución importante de la calidad de vida al dificultar la realización de actividades diarias, produciendo así una incapacitación del paciente. El especialista se encargará de detectar cual es el origen de la diplopía y valorará el tratamiento más adecuado en función del grado de desviación y las características de la misma.

Los diferentes tratamientos posibles van desde el uso de un parche oclusor, lentes especiales, uso de prismas, ejercicios visuales o incluso cirugía.