Juan Miguel Moyà Seguí es óptico colegiado y trabaja en Òptica Balear desde hace 11 años. Además de atender a las personas que necesitan uso de gafas, Juan se ocupa de realizar acabados finales de lentes con la nueva máquina biseladora que adquirió la óptica. En esta entrevista, Juan Miguel explica los procedimientos y las ventajas para que las personas tengan las gafas que necesitan con el mejor acabado.

Juan Miguel Òptica Balear

– Juan Miguel, ¿cuál es el procedimiento para la elaboración de unas gafas?

– Cuando tenemos una receta de lentes o bien hacemos alguna revisión de la vista a un paciente, nosotros recomendamos si necesita unas gafas para todo uso o progresivas. También damos una explicación de las características de cada lente y explicamos los precios. Posteriormente se eligen las monturas, se encarga la lente y aquí procedemos al montaje.

– ¿Cómo se realiza el montaje de una lente?

– Las lentes tienen una verificación en fábrica que es donde se realizan los controles de calidad. Al recibirla, se repasa si la potencia es correcta, se repasan una serie de datos que damos al fabricante, y una vez que todo es correcto, iniciamos el montaje.

– Dentro de este procedimiento, ¿se recortan las lentes?

– Sí, las lentes se terminan de recortar aquí porque vienen en un tamaño que no es el de la montura, entonces nosotros la recortamos y damos forma para acoplarla a esa montura. Tenemos una máquina centradora y luego la máquina biseladora. Van alineadas una con otra.

– ¿Cómo se trabaja con la biseladora? ¿Cuánto tiempo se necesita para recortar unas gafas?

– Podemos hablar de que cuando mas pequeña es la montura, más hay que recortar la lente, aunque también muchas lentes ya vienen personalizadas, con un tamaño pequeño y hay que recortar menos. Pero, vamos a suponer que un porcentaje muy elevado de ellas no son personalizadas, entonces vienen de un diámetro, cuando mas grande es la lente, según el tamaño de la montura, más hay que recortar, y allí entra la importancia de la biseladora. La perfección del acabado final de una lente biselada es lo que marca la diferencia.

– ¿Cuáles han sido los principales cambios o evolución en los montajes de gafas?

– Las biseladotas ya llevan bastante tiempo en el mercado, lo que pasa es que se han mejorado bastante. En el año 1995 yo ya tenía una biseladora muy automatizada, y cinco años antes casi todo el proceso se hacía manual con la que se tardaba más de una hora de montaje. Hay que reconocer que el riesgo de romper la lente era mayor porque antiguamente no eran orgánicas como ahora. En la actualidad, con la biseladora, las dos lentes puedes hacerlas en 10 minutos si no tienes interrupciones.

– ¿Y cómo será en el futuro?

– En el futuro veo que cada vez más todo esté hecho de fábrica, pero sucede que hay servicios que tu no puedes prestar. El taller se está dejando un poco más de lado a lo que es la parte de venta y gabinete. Hoy en día se necesita saber realizar el trabajo manual, si no tienes esas máquinas tu no puedes hacer los acabados, siempre es bueno tener herramientas. Hoy en día ya se piden lentes recortadas al fabricante. En el taller se pueden acabar mejor gracias a la biseladora. En las dos semanas que contamos con esta nueva máquina ya hemos realizado en nuestro taller, aproximadamente 183 lentes con material orgánico, policarbonato y minerales.