Seguridad vial y visión por Òptica Balear 2

La visión es el sentido más importante (procesamos el 90% de la información) para tomar decisiones en la conducción, ya que está directamente vinculada al tiempo de reacción. Es evidente que la visión tiene un papel fundamental en la conducción: orientarse en el espacio, planificar el recorrido y reaccionar ante los obstáculos depende en buena medida de que veamos correctamente. La visión no es solo la información que entra por los ojos. Esta se completa con la interpretación que el cerebro hace de dicha información, traducida a imágenes que podemos comprender y reaccionar ante ellas. Del mismo modo, en la relación conducción-visión-seguridad influyen la capacidad para ver correctamente y la capacidad para reaccionar. Por esta razón, una agudeza visual suficiente es muy importante para conducir sin contratiempos, aunque no es el único factor del que depende nuestra seguridad al volante (y la de todos).

Otros factores pueden ser:

  • La edad: a partir de los 55 años se produce un descenso importante de la capacidad visual.
  • Enfermedades oculares: cataratas, trastornos retinianos (problemas en la mácula) diabetes, hipertensión…
  • Intervenciones quirúrgicas: algunas operaciones pueden provocar visión distorsionada o deslumbramiento.
  • Reflejos y deslumbramientos: proteger la vista de los deslumbramientos (ralentizan el tiempo de detección y reacción al conducir) tanto de día (se evita con gafas con cristales de sol polarizados), como de noche (con cristales con tratamiento anti-reflejante).
  • Fatiga visual: es uno de los principales factores de riesgo en materia de visión y conducción, especialmente en desplazamientos largos. Afecta a todos los conductores, sin tener en cuenta la calidad de su visión o la edad. Uno de los aspectos más estudiados en el binomio visión y conducción es la influencia del grado de atención. Los factores que influyen en nuestro grado de atención pueden ser, entre otros, comida copiosa, temperatura elevada, monotonía o distracciones.

La seguridad visual empieza por una buena visión, que propone una serie de acciones a realizar por el conductor:

  • Revisar la vista y usar gafas para conducir. Comprobar cada año con un especialista que nuestra visión sea la correcta (lentillas y gafas).
  • Evita ponerte al volante en situaciones que comprometan tu visión o tu capacidad de reacción.
  • Proteger los ojos del deslumbramiento. Utilizar filtros solares o anti-reflejantes. Y si padecemos alguna enfermedad ocular, utilizar filtros específicos.
  • Llevar siempre las gafas adecuadas para conducir. Recomendadas por especialistas (oftalmólogos u ópticos).
  • En trayectos largos, parar y descansar unos minutos cada dos horas.

Algunos datos: 1 de cada 3 conductores piensa que la visión no afecta a la seguridad vial. Según la F.I.A.,  en el mundo 1 de cada 5 personas no ve bien en carretera. Un 70% de los conductores no usa gafas de sol con corrección. Cada año mueren 3.500 personas en el mundo a causa de un accidente de tráfico (500 de las cuales son niños). En España más de 2 millones de personas conducen sabiendo que su visión no es la correcta. Son datos realmente alarmantes que deberíamos tener en cuenta a la hora de conducir.

Si todos tuviéramos conciencia de la importancia de estos factores, evitaríamos muchos accidentes de tráfico.