A partir de los 40 años muchas personas sufren presbicia o más popularmente conocida como vista cansada. Esta pérdida de acomodación suele afectar a la visión en nuestra distancia normal de trabajo. Ante esta situación, el óptico-optometrista puede recomendar el uso de lentes multifocales.
Las lentes de contacto multifocales están diseñadas para utilizar distintas potencias de la lente que enfocan la visión a distintas distancias del usuario. Se trata de unas lentes de contacto con diversas graduaciones, una para ver objetos cercanos, una intermedia y una graduación para distancias lejanas. Esta configuración ayuda a las personas con presbicia a neutralizar sus problemas de visión asociados a la edad.
Las lentes de contacto multifocales pueden ser blandas o rígidas, permeables al gas en función del material con el que están fabricadas. El diseño más frecuente es una serie de círculos concéntricos de distintas potencias para diferentes distancias.
Una de las ventajas principales de las lentes de contacto multifocales es que proporcionan una capacidad para ver, en la mayoría de condiciones, sin necesidad de utilizar gafas adicionales. Mientras que el principal inconveniente es que producen deslumbramientos nocturnos y visión borrosa durante el período de ajuste.
A la hora de adaptar una lente de contacto multifocal, es muy importante tener claras las necesidades visuales del usuario y realizar las pruebas necesarias para una correcta elección. Cada persona necesita una lentilla de geometría, material y tamaño diferente por ello es necesario acudir siempre a un especialista.
Juan Miguel Moyà Seguí. Óptica Balear